Me gustaría contar mi experiencia con los tratamientos recibidos hasta ahora para motivar a aquellas personas que no saben qué hacer por falta de información o desánimo y, así, ayudar a otras mujeres con mi vivencia, aportándoles un granito de arena con mi experiencia, ya que mi recorrido hasta ahora está siendo largo pero aquí estoy todavía para seguir luchando hasta que me queden fuerzas y ¡lo que me quede!
He sido siempre una mujer sana y deportista, manteniendo siempre una alimentación equilibrada. Reconozco que mi vida laboral fue muy estresante. Eso se contradice cuando se dice que se vive en las Islas Canarias, pero no es así.
Todo comenzó en septiembre de 2009 sin tener ningún síntoma alarmante sino tos y fiebre durante un periodo de 17 días, fiebre que el médico de familia trató al principio con antibióticos. Ante la persistencia de la tos y la fiebre, mi médico decidió mandarme hacer una radiografía de tórax, que reveló algo sospechoso en el pulmón. Fui remitida de urgencia al “Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín”. Según vieron la radiografía me ingresaron en la planta de Neumología. Al día siguiente vino a verme el Dr. Cuyas, neumólogo. Al palparme el doctor, el abdomen se inflamó de inmediato y me preguntó si había tenido dolores o cualquier otros síntomas, y le contesté que no, ya que hasta los días antes de darme fiebre seguía con mi vida como siempre. Desde ese momento vieron prioritario hacerme pruebas de inmediato.
Las pruebas, realizadas en la mayor brevedad posible, revelaron un adenocarcinoma ovárico estadio III C, con afectación ovárica bilateral, carcinomatosis peritoneal y un derrame pleural derecho en el pulmón con estadio negativo de malignidad.
Al detectarme tres grandes masas quísticas (6,6 x 5 cm, 10,9 x 9 cm y 8 x 7 cm), se optó por tratarme con quimio para su reducción. Tras recibir primero un tratamiento de quimio Taxol-carboplatino (5 ciclos), en febrero de 2010 me someto a una cirugía reglada por laparotomía y recibo nuevamente otros (2 ciclos) de Taxol-carboplatino.
En enero de 2011 reaparece carcinomatosis peritoneal con varios focos a distintos niveles, por ello me someto a una nueva quimioterapia con Caelix-Yondelis (5 ciclos).
Dadas las circunstancias, inquietudes y búsqueda por curarme, quiero una segunda opinión. Es entonces cuando me remito mediante un correo electrónico al “Hospital Universitario Reina Sofia” de Córdoba. Me llamó a los dos días la secretaria del Director del Hospital, que a su vez me pasó con él. Durante una larga conversación me pidió que le remitiera por fax mi historial. Contestaron a los pocos días del mismo, y me citaron para una primera consulta con el Dr. Muñoz (Unidad de Cirugía General) al que estoy muy agradecida por su humanidad, profesionalidad, entrega y esfuerzo. El doctor me dijo unas palabras que no se me olvidarán nunca: “Tengo que decirte dos cosas una negativa y otra positiva, la negativa es que has llegado dos años tarde y otra positiva que ya estás aquí”. Me recomendó que me diera 2 nuevos ciclos. Tras los dos ciclos, me operan en el “Hospital Reina Sofia» de Córdoba con una cirugía citorreductora radical-peritoneal extensa más la peritonectomía con quimio-hipertermia peritoneal (HIPEC). Esta técnica “Sugarbaker” iniciada por Paul H. Sugarbaker no se hace en Canarias sino en varias provincias de España (Hospitales de la Seguridad Social y Privados) y este médico fue pionero de esta técnica en España ya hace muchos años. Posteriormente, se programan 4 ciclos (Carbo-Taxol) pero en el 3 ciclo aparece dolores tipo cólicos y otros efectos secundarios.
En marzo de 2012, tras una obstrucción intestinal, se me practica una nueva operación para la liberación de bridas. Desde abril voy por el 6 ciclo con Topotecán y tras las próximas pruebas de PET y con los marcadores que tienen altibajos, sigo dispuesta a seguir adelante con lo que asesore el Dr. David Aguíar, oncólogolo del “Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín”, otro gran profesional al que estoy muy agradecida, al igual que al Dr. Francisco Cristóbal Muñoz Casares, responsable de la Unidad de Cirugía General del “Hospital Reina Sofía» de Córdoba a quien también reitero mi agradecimiento por su humanidad y profesionalidad.
Le doy todo mi agradecimiento a mi marido, hijos, familia y amigos que han estado ahí en todos los momentos, en lo bueno y malo, porque gracias a ellos esto ha sido mas llevadero. Y sobre todo merece una mención especial mi marido que ha vivido los malos momentos que he tenido en mis tratamientos y no se ha separado de mi ni un sólo instante.
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